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SALVATORIANOS EN PIFO
COMUNIDAD "SAN SEBASTIÁN"
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Luis Emilio Obando Yépes SDS (120).jpg
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Con gran alegría se dio la presentación provincial del nuevo equipo de trabajo en la Parroquia Eclesiástica San Sebastián de Pifo: P. Jorge Raúl González Moreira SDS (párroco), P. Eusebio Betancur Escobar SDS (Vicario y superior de la comunidad local), y P. Luis Emilio Obando Yepes SDS (vicario y animador de la regional Ecuador).

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El P. Jorge Raúl González Moreira SDS, agradece a los asistente al almuerzo que ofreció de bienvenida a los salvatorianos que se incorporan al grupo de evangelizadores de la parroquia.

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El P. Eusebio Betancur Escobar SDS, con su alegría contagiante y su seriedad en el trabajo apostólico, enorgullece a los salvatorianos de Colombia y Ecuador.

La historia de Pifo comienza con el primer asentamiento humano que se ubicó en la parroquia y que fue "El Inga", en las faldas del llaló, entre Tumbaco y Pifo. Era un grupo humano conformado por cazadores nómadas cuya implantación tuvo como finalidad la cacería, la recolección de alimentos y la obtención de materiales pétreos extraídos de las montañas (obsidiana, cuarzo, basalto), que lo utilizaban para la fabricación de armas y herramientas. No es de admirarse que encontremos al pie del volcán llaló talleres de tallado de obsidiana que son testigos de la instalación del hombre en los alrededores de Quito, en épocas muy antiguas.

Pifo es un pueblo asentado al este de la capital de Ecuador a 35 kilómetros de distancia y a unos 2.400 metros sobre el nivel del mar. 

 

El templo parroquial data de 1673, con una población de 23.000 habitantes y 14 comunidades, cada cual con su respectiva capilla. Los habitantes en su mayoría son oriundos de este lugar; algunos son indígenas, otros provienen de pueblos vecinos y de otras regiones como del oriente y parte de la costa. Y en la actualidad hay extranjeros desplazados de Venezuela, Colombia y otros países.

 

Los habitantes de Pifo son gente bastante religiosa que desde hace muchos años han sido acompañados por algunas comunidades religiosas que han venido a trabajar a este lugar. Existen algunos templos de Iglesias Evangélicas en esta localidad ya que algunos americanos instalaron una emisora protestante y vinieron a difundir el Evangelio e hicieron que muchas personas se adhirieran a su culto. Esta emisora se llamaba  “La Voz de los Andes” y conquistó a muchas familias. Unos años más tarde llegaron Los Testigos de Jehová.

Y precisamente para contrarrestar estas influencias de otros credos, los obispos de turno, quisieron que comunidades religiosas estuvieran también aquí presentes y fue así como  llegaron  primeramente los Jesuitas , luego lo hicieron los Capuchinos en su rama masculina y femenina, después los Josefinos y las Hermanas Lauritas, que aún tienen su labor apostólica.  Por últimos llegaron los salvatorianos que han desarrollado una intensa labor apostólica y comunitaria, ya que su objetivo principal es recobrar la confianza de muchos fieles que se han alejado de la Iglesia católica.

Una de las celebraciones importantes de la parroquia de Pifo, es la fiesta religiosa de San Sebastián, que se celebra el 20 de enero de cada año, con vísperas de quema de chamiza, voladores, castillos, carros alegóricos, toros y bailes populares.

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La fuerza renovadora de la Parroquia San Sebastián de Pifo. Jóvenes emprendedores y entusiastas muestras su disposición para colaborar junto con los salvatorianos en una evangelización en salida.

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Suenan campanas de gloria (Eusebio BetanArtist Name
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Hermosa canción compuesta e interpretada por el P. Eusebio Betancur SDS: "Suenan campanas de gloria" (En honor al Beato Francisco Jordán).

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Parroquia San Sebastián de Pifo (124).J

Acción de gracias por la beatificación del Fundador de los Salvatorianos, P. Francisco Jordán. La ceremonia estuvo presidida por el Nuncio Apostólico en Ecuador.

PRIMERA LLEGADA
Los primeros misioneros de la Sociedad del Divino Salvador llegaron al Ecuador en el año de 1893 por solicitud de Mons. Pedro Schumacher, obispo de Portoviejo, al Padre Fundador Francisco María de la Cruz Jordán. El Fundador aceptó la invitación para abrir la misión entre los países sur-americanos. Inició, esta experiencia, el 11 de agosto de 1893; envió a tierras ecuatorianas a cinco hermanas: Estanislada Racskoeski SDS, Catalina Schubert SDS, Augusta Burkhard, Dominica Viregg SDS y Rosa Steinberger SDS, y a tres religiosos sacerdotes, P. Pacomio Eisele SDS, P. Patricio Kelle SDS y P. Macario Dicks SDS.
La Hna. Rosa Steinberger SDS enfermó antes de llegar al lugar de misión, para su recuperación ella y el P. Macario Dicks se quedaron desde el 18 de septiembre en Cartagena de Indias-Colombia. Durante esta estadía el P. Macario se presentó ante el obispo Eugenio Biffi y se puso en disponibilidad para las actividades pastorales de la diócesis. El 18 de noviembre pudieron continuar su viaje, desembarcando en el Puerto de Atacames-Esmeraldas. El resto de los hermanos y hermanas habían proseguido el viaje y arribaron en el puerto de Manta, el jueves 28 de septiembre. Fueron recibidos por un sacerdote enviado por el obispo. Después de una jornada larga a caballo llegaron a la sede episcopal en Portoviejo.
El señor obispo Pedro Schumacker entregó a los padres toda la provincia de Esmeraldas, una región selvática de 14.155 km cuadrados con 14.500 habitantes; el P. Macario Dicks SDS fue nombrado vicario general. A las hermanas salvatorianas las instaló en Montecristi.
Los misioneros salvatorianos enseñaron, evangelizaron, predicaron, dieron clases de religión, escribieron cartas y artículos, recibieron elogios por su labor, fueron buscados, recibieron asignaciones parroquiales; como vicario o presidente de la junta inspectora de enseñanza y consejero honorario de la municipalidad, viajron por pueblos. En visitas pastorales reemplazon a sacerdotes en parroquias, superaron dificultades, fueron objeto de recelo, agolpamiento y atentados. Les protegieron oficialmente y precisaron preocupaciones, les ofrecieron gobernar todas las escuelas del cantón con asignación de institutores de segunda clases; las hermanas regentaron las escuelas públicas de Montecristi y Atacames, incluso solicitaron oficialmente más hermanas. Surgieron dificultades con libres pensadores y al fin en su situación religiosa experimentaron también la revolución en principio por parte de liberales reivindicadores, entre sí también registraron discrepancia y éxodo, muerte, contemplaron todos al fin la cisura, el derrumbe y el cierre de la misión salvatoriana en 1895.

Hermoso presbiterio en madera tallada en el que se observa al patrono de la parroquia, san Sebastián.

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